Qué vimos este año en los equipos:
3 patrones que se repiten y por qué importan para 2026)
Este 2025 trabajamos con equipos de todas las industrias: tecnología, retail, agro, logística, servicios. Diferentes contextos, culturas y tamaños… pero siempre aparecieron los mismos tres patrones.
Patrones que explican cómo están trabajando los equipos hoy, y que anticipan lo que van a necesitar en 2026 para no seguir operando por inercia.
1. El desgaste de la rutina: equipos que siguen, pero sin energía
La repetición constante sin cambio, la sensación de que todos los días son iguales.
No es burnout extremo, sino que cuando la rutina se estira demasiado, los equipos pierden chispa, creatividad y ganas de proponer. Vimos gente capaz, talentosa, profesional… pero cansada de hacer siempre lo mismo.
Y algo importante: cuando la mente se mueve en automático, también lo hace la comunicación. El equipo deja de pensar en cómo trabaja y solo ejecuta.
Lo que funciona:
Interrumpir la inercia. Cambiar de formato. Salir del espacio habitual. Jugar, conversar, hacer algo distinto para pensar distinto.
La creatividad aparece aparece cuando el cuerpo cambia de contexto.
2. La desalineación entre lo que se pide y lo que se espera
Este patrón se mantuvo igual que años anteriores, pero este año fue más evidente.
Pedidos poco claros → retrabajo → desgaste → frustración.
Nadie lo hace a propósito. Simplemente falta un lenguaje común. Sin claridad en los pedidos, cada persona interpreta algo distinto. Y cuanto más rápido va la empresa, más caro sale “interpretar”.
Lo que funciona:
Acordar marcos de trabajo: qué necesito, para cuándo, con qué estándar, cuál es el entregable.
Las empresas que ordenaron esto mejoraron calidad, velocidad y clima.
Claridad = energía recuperada.
3. Personas que no preguntan por miedo a incomodar
Este fue uno de los patrones más fuertes del año.
Gente que no pregunta “por las dudas”, que no propone para no parecer atrevida, que calla ideas porque piensa que puede molestar.
Ese silencio acumulado hace que los equipos se vuelvan más rígidos, menos creativos y más desconectados.
Y lo más interesante:
Las empresas esperan lo contrario.
Esperan iniciativa, opiniones, ideas frescas.
No importa el área: la proactividad es señal de liderazgo, no de rebeldía.
Lo que funciona:
Espacios donde preguntar está bien.
Formatos donde opinar no es riesgoso.
Liderazgos que habilitan, escuchan y dan lugar a nuevas formas de trabajar.
Por qué mirar estos patrones ahora es clave
2026 va a pedir equipos más despiertos, más claros y más valientes para hablar.
Trabajar sobre estos tres patrones ahora es preparar el terreno:
reducir la inercia, aumentar la energía
menos supuestos, más claridad
menos silencio, más liderazgo distribuido.
Los equipos no necesitan cambios gigantes. Necesitan espacios reales para volver a conectar con cómo trabajan.
